domingo, 23 de noviembre de 2014

El bosque de mis Brujas


¿Quién no ha tenido ese bosque donde las brujas andan a sus anchas?

Las mías salieron de ese bosque, y me complicaron la vida, esa vida que yo controlaba. Pero sabía que debía elegir. Me había conformado con tener una vida ordenada, trabajo, amigos…..
Pero llega un día que te das cuenta que te estás  apagando!! Has pasado de tener vida social, a ir de casa al trabajo y del trabajo a  casa .
Hasta que llegó ella…….Todo empezó una mañana!
Iba a por mi café como cada día, cuando entró por la puerta. Era una de esas cafeterías de Delicatessens, las paredes eran de piedra y algún que otro espejo. Las mesas y sillas de madera combinaban con el color de la barra.
Entró decidida a colarse en la barra de la cafetería, cuando se cruzaron nuestras miradas. Fue entonces cuando me sonrió….
Ella….rubia, ojos color oliva, sexy, decidida …y esa sonrisa que me embrujó desde el minuto uno.
Le sirvieron el café con  leche , en la espuma había dibujada  una flor, la camarera  le sonrió tímidamente. Me miró, sonrió otra vez, dijo adiós y se fue.  Deduje que la conocían, pues ya sabían lo que tomaba.
Me propuse averiguar quién era, interrogué a la camarera, pero era como hablar con una tumba. Era muy lista y mi sonrisa no la cautivó. Me dijo que si quería saber su nombre se lo preguntara a ella.
Esperé hasta la mañana siguiente, quería su nombre, sólo saber su nombre. Por algo se empieza.
Se repitió la escena, pero esta vez le habían dibujado un corazón en la espuma de la leche. La camarera le guiñó el ojo y se puso colorada. Cruzamos las miradas y salió corriendo. Siempre iba con prisas. 
Salí detrás de ella para saber  dónde iba. Le grité:
-Rubia, eh! Rubia!!


Pero nada. Entró en un edificio de siete plantas , se abrió el ascensor tan rápido que no me dio tiempo a nada......

Así estuve toda la semana, no sé qué control tenía sobre mí . Con lo fácil que sería simplemente presentarme, y su sonrisa me tenía encandilado...creo que ella lo sabía.
Una mañana fui un poco antes,pero ella siempre entraba con el tiempo pegado en su culo, ese culo, esas piernas……y esos ojos que me tenían embrujados!!
Mi sorpresa fue cuando la camarera me  sirve el café y en la espuma hay un nombre escrito…..