lunes, 10 de agosto de 2015

A 30 centímetros del suelo!



Me iba a hacer una ruta turística. Fuímos a un sitio que parecía un castillo, con unos patios con un encanto especial transformados en bonitas terrazas.
Hablamos, reímos y nos comíamos con las miradas, por aquel entonces darte un beso con el chico que te gustaba, era tocar el cielo!. Evidentemete me invitó , y nos levantamos para ir a dar un paseo.
De camino a la salida, me subí al borde de una  acera que a medida que avanzaba se hacía más alta. Parecía una equilibrista en apuros a treinta centímetros del suelo.
Mi corazón se aceleró por momentos, nos quedamos muy cerca el uno del otro,  fué entonces cuando toqué el cielo. Me besó. Fué de esos besos que no se olvidan.
Pasaban los días nos teníamos más ganas. Así que decidimos hacer una escapada de fin de semana.Teníamos tanto en común.......el mismo equipo de fútbol, los coches, la música .....teníamos hasta nuestra canción.
Se acercaba mi cumpleaños, los dieciocho no se hacen cada día. Así que me regaló un fin de semana en una casa de la playa. Fué especial,único!
Éramos la pareja perfecta. Bueno....casi! Si no fuera por un pequeño detalle que obviamos, rompíamos una de las reglas de oro en toda relación.
Después de ese finde nos fuimos alejando, ya no hablábamos cada día, y no nos veíamos los fines de semana.
                         
¿La distáncia? ¿ Había otra? ¿Cobardía? ¿Sensatez?