Mientras esperaba se acordó de él.
Un año atrás, la había llevado a la playa para ver el atardecer y tuvieron que correr a refugiarse pues les pilló una tormenta de verano de esas que no sabes cuando termina. Terminaron tan mojados que por poco no cogen una pulmonía. Pero eso había terminado.
Empezaba a refrescar cuando vió un paraguas azul a lo lejos y un andar que le pareció familiar, pero no era Valeria. No se lo podía creer.....él nunca llevaba paraguas.
-¡Hola niña!
-¿Que haces aquí?
-Me ha llamado Valeria y me ha pedido que te viniera a buscar. Sabe que hace días que intento hablar contigo y que no me contestas los mensajes
- Pues veo que no pillas las directas. No quiero hablar contigo...desaparecistes!
-Lo sé. Y quería pedirte perdón y darte una explicación.
-Por cierto, ¿desde cuando llevas paraguas?
-Eso es lo de menos, ¿me dejas llevarte a casa?
-¿Sólo llevas uno?
-Cabemos los dos!
Hizo una leve sonrisa esperando que se relajara y pudieran hablar.
Ella accedió. No le quedaba otra. Era irse con él o mojarse.
Los dos bajo el paraguas, y él la cogió por la cintura.
Ella intentó no bajar la guardia, pero él empezó a hablar. Le pidió perdón, le dijo cuanto la había echado de menos y se paró, la acercó a su cintura, promesas, y miradas de esas que parecen sinceras.
La besó.
Fue perfecto, lluvia, sus manos, su mirada, sus labios y todo debajo el paraguas azul!!
