viernes, 3 de marzo de 2017

Encuentros@.com

Cuando se fusionan dos almas llenas de deseo no importa nada más! XM&CE



Y después de un primer encuentro cargado de sentimientos inocentes, decidieron volver a encontrarse, parecía un día más, pero pronto se dieron cuenta que tras esas vidas encarriladas a no poder conocer la pasión que siempre habían soñado, daría un inesperado giro en sus vidas.
El sol se escondía y llegado el momento a decidir si ambos querrían traspasar  fronteras insospechadas de las cuales habían oído hablar, se encontraron.
Él,  seguro de sí mismo llevaba días ilusionado pensando que su corazón no le podía jugar una mala pasada y que todo lo vivido hasta el momento era tan real como la vida misma, ¿ a caso no tenía derecho a sentir aquella palabra que para muchos no tenía nombre? sabía que ese palpitar en su pecho no podría ser otra cosa que amor.
Ella esperaba apoyada en el sitio indicado, de cabellos sedosos, le hacían recordar un amanecer de verano, su sonrisa, provocada por un beso, escondía claramente su cuerpo tembloroso, preguntándose si todo aquello sería cierto o simplemente él querría aprovecharse de sus encantos.
Sin más accedieron a un lugar tranquilo, inhabitable, tras la música que sonaba rompieron en un abrazo contenido y entonces comenzó todo, nada los podía detener, sus besos apasionados , de esos que no se olvidan, comenzaron a entrelazarse en el interior de sus bocas , la temperatura de sus cuerpos subían como la lava de un volcán a punto de romper, desnudaron sus cuerpos rápidamente mientras el aliento  de uno y otro se entrecortaba,de testigo la luna que con su resplandor iluminaba dos siluetas que se contoneaban al son de sus corazones. La levantó con fuerza estirándola en la parte trasera de su coche y empezó a deslizarse suavemente, su lengua bailaba de un lado a otro saboreando cada centímetro de su piel mientras ella jadeaba retorciéndose por momentos de placer descontrolado, bajaba por sus pechos con contorno punzante hasta encontrar su parte más sensible y mojada de todo su cuerpo, incandescente, le dio la vuelta sutilmente dejando al descubierto su espalda y una perfecta alineación de pecas y lunares que él empezó a besar desatando su pasión incontrolable, regodeándose hasta tal punto que todo acabara en un intenso climax. Pero no todo acabó aquí, ella deseaba sentirlo dentro y tras provocarlo ansiosamente  con su movimiento de caderas proyectaron todo su amor en forma de susurros y gemidos hasta no poder controlar su aliento, hasta perder la razón.
Con la mirada  comprendieron que cada vez iban a querer más. Esa sonrisa lo tenía loco e irremediablemente enamorado y ella rozaba la locura pensando en él.
Pasaron de ser inocentes a hacer realidad sus más prohibidos deseos. A día de hoy siguen sumergidos en una bella historia de romanticismo deseo y pasión.


Te amo...