Él estaba a punto de irse a la ducha cuando ella llamó a la puerta, la abrió y allí estaba , con esa mirada que lo decía todo, un abrazo y un tímido beso, dio paso a una conversación pendiente. La invitó a una cerveza y hablaron tenían la necesidad de dejar las cosas claras. Por parte de ella ni un reproche, ni una mala cara, ni un grito, y él no lo entendía, la miraba y se preguntaba porque era de esa manera, porque era tan perfecta a sus ojos, como podía ser que una mujer le hiciera sentir tanto sin ni tan solo tocarlo. Después de hablar de lo que había pasado él seguía un poco tenso así que ella para relajar un poco el ambiente le dijo que si quería irse a la ducha , ya que no le había dado tiempo por culpa de su impuntualidad, raro en ella. Asintió con la cabeza , pensó que igual le iba bien para relajarse. De camino se quitó la camiseta, se dio la vuelta cuando notó que ella lo estaba ,mirando y sin dejar de mirarla la provocó para que ella cayera rendida a sus encantos, fue despacio hacia él tirando la camiseta al suelo y él hizo lo propio con la camisa de ella dejando un hombro al descubierto besándolo mientras la desabrochaba, se la quitaba y se besaban apasionadamente, los dos lo estaban deseando tanto o más que el primer día. Sus cuerpos casi desnudos hablaban solos, él le dio la vuelta y le empezó a besar el cuello, bajó por la espalda, mientras le quitaba lentamente toda la ropa interior de encaje negro, recorrió todos y cada uno de los centímetros de su piel, la complicidad era brutal, entre beso y beso alguna sonrisa tímida de esas que le robó el corazón cuando aún no sabían que se iban a amar siempre , que estaban hechos el uno para el otro. La llevó a la habitación tumbándola en la cama, sin dejar de mirarla y de besarla sacó un pañuelo de color azul. Se acercó a ella y le pidió las manos, ella obedeció con una sonrisa pícara y levantándole los brazos por encima de la cabeza, la ató suavemente. La sensación era indescriptible, esa necesidad de tocarlo, acariciarlo y no poder mientras él la llevaba al límite del placer. La hizo volar a cada segundo, sus manos recorrían todo su cuerpo notando como se estremecía al tacto de su piel, la espalda de ella se arqueaba tanto que parecía romperse, y la respiración de él se iba acelerando a medida que iba subiendo hacia su boca para sentirse dentro de ella. Se volvieron locos amándose como nunca lo habían hecho.
Sonreían y se miraban con ese cariño especial que sentían el uno por el otro.
Tumbados siguieron hablando hasta que les entró hambre, así que decidieron comer algo.
Él se puso una camiseta que le marcaba todos y cada uno de sus músculos, unos boxers color azul, mientras ella descalza, con el pelo a lo loco, se puso la camisa de color negro que era más larga de atrás que de delante abrochándose solo un botón y las braguitas negras de encaje que tanto le gustaban a él. Al llegar a la cocina lo vio preparando una pizza y se abrieron una cerveza, ella se puso de espaldas a él , le dio un trago a la cerveza y se puso de puntitas. Empezó a bailar moviendo las caderas de un lado a otro. Él la miraba embelesado , no se podía creer que la tuviera medio desnuda en su cocina, contoneándose suavemente , la amaba como nunca había amado,con toda el alma , ella se dio la vuelta y lo vio absorto mirándola, y la sonrisa acentuó su mirada casi cristalina. No lo podían evitar, estaban locos e irremediablemente enamorados. Siguieron hablando mientras él hacía la cena para dos.
Se sentaron en la mesa uno delante del otro y mientras cenaban , empezaron a hacerse preguntas de esas que las respuestas te dejan sin aire.
Ella le hablaba despacio, mirándolo fijamente con dulzura, él le hablaba desde el corazón y se comían con la mirada.
Nunca antes habían sentido tan intensamente, ella lo miraba, miraba esas pecas que le daban ese toque aniñado, esos ojos castaños que la miraban con deseo, esos labios que la besaban hasta dejarla sin aire.....él la miraba con amor, con deseo, esos ojos verdes que le quitaban el sueño, esa sonrisa que lo tenía atrapado,era ella, toda ella!!!
Se amaban incondicionalmente, sin normas, siempre habían sido ellos, siempre!!!
Y él la quería ver bailar otra vez descalza y de puntillas!!!! C&M
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