“Que intenso es esto del amor que garra tiene el corazón..…
No he parado de pensar hasta donde soy capaz de llegar….”
Pablo Alborán
Sentada en el sofá, casi a oscuras ,miraba por la ventana y
esa sonrisa aparecía de nuevo , era tímida y le hacía bajar la mirada, era de
noche, tarde.....muy tarde, eran más de
las dos y no podía dormir, de cómplice la luna que
brillaba más que nunca, como si supiera la causa de esa sonrisa.....
Sentada en el sofá, frente al ordenador , de pronto empezó a
llover , las gotas de lluvia rebotaban en la ventana como si quisieran componer
una melodía , una de esas que solía escuchar y que la aislaban de toda realidad , de responsabilidades,
de obligaciones, de todo lo que supone
ser adulto, era cuando su inspiración aparecía, y la culpa , toda la culpa la
tenía él. Sí , él, ese hombre de ojos
profundos y sonrisa dulce que la había poseído horas antes con ese deseo que se
tienen los amantes , con esas miradas cautivadoras, piel con piel compartiendo
el calor de esos besos que te recorren
todo el cuerpo y te hacen suspirar hasta querer desear más, como si fuera algo
prohibido.
Siempre había soñado con tener una historia como esta, dónde
un hombre le hiciera perderse en la locura y el arte de amar, de saber que se
siente cuando sin tocarte te hacen sentir esas cosquillas que suben y bajan
como una montaña rusa a su antojo, sin
freno, vivir tan intensamente que supiera lo que es rozar la locura por amor.
Cerraba los ojos y se pasaba los dedos suaves y despacio por los labios, esos labios que
habían sido besados con tanta pasión que
dolía no tenerlo al lado para recordarle lo mucho que lo echaban de menos......con la otra mano se
acariciaba el cuello bajando por la clavícula llegando a la altura de su
corazón para notar como palpitaba al recuerdo de esa mirada con deseo, con
ganas de hacerla suya, de ese cuerpo perfecto, desnudo, tumbándola en la cama para sentirse dentro de ella y siguió bajando
hasta llegar donde corrían esas mariposas, esas cosquillas, y entonces lo
entendió. Lo amaba, lo deseaba más de lo que se podía imaginar, esas
sensaciones le desvelaban un amor, una pasión descontrolada hacia el hombre de
la mirada dulce, de los besos sabor a fresa, el que bebía los vientos por
ella. Jamás pensó encontrar a un hombre
como él y ahora que lo había encontrado no pensaba dejarlo escapar.
Era la razón para perder el norte y no encontrar el camino de
vuelta, la conexión de sus almas , la complicidad con tan solo una mirada, que
no hacía falta más ,todo eso que muchos envidian y a ellos les sobraba.
Se detuvo un segundo, su respiración se había acelerado,
necesitaba controlarla, y sabía que ya
no había marcha atrás, sabía que si él se lo pedía se comía el mundo, su vida
estaba en sus manos.
Y ella no pensaba irse.......C&M
Y ella no pensaba irse.......C&M