jueves, 23 de marzo de 2017

La Cit@


Llegó el día......
Los nervios esta vez eran diferentes,  esas mariposas,  que aparecieron de nuevo cuando se dio cuenta que iban a verse, que había llegado el día y lo  conocía demasiado como para no saber como estaría él.
¿Sabéis esa sensación que tienes en las primeras citas? ¿Esa sensación del primer beso? ¿Esa primera vez de cualquier cosa ?
Le costaba hasta respirar de pensar que lo volvería a tener a centímetros y esta vez no dudaría, sabía que no  se iba a resistir a esas miradas, eran como dos imanes , esa tensión en el ambiente que los dos sabían era inevitable y provocaba que sus respiraciones se cortaran más de una vez. Intentó no pensar mucho para que los minutos que parecían horas pasaran más deprisa. A medida que llegaba la hora los nervios eran más, el corazón le palpitaba más de prisa, las sonrisas se le dibujaban solas en esos labios que lo volvían loco, tenía ganas de gritar que lo quería!!!!!!
Oscurecía y llegaba el momento, con paso firme se dirigió al punto de encuentro, que, como siempre llegó cinco minutos antes, escuchando su  música,  intentaba relajarse, pero esta vez solo se relajaría cuando lo tuviera delante. Andaba de derecha a izquierda, de izquierda a derecha....y al darse la vuelta allí estaba él....
Cuando él la vio allí, esperando, con su melena al aire, distraída mirando su móvil y  levantó la mirada, su corazón se activó de nuevo, ya no hacía falta comprobar si lo había olvidado.....su poder de hacerle perder la razón estaba intacto, esos ojos y esa sonrisa podían con todo .
Abrió la puerta tan nerviosa como el primer día, la cerró, cruzaron las miradas y ella no lo dudó ni un segundo, buscó sus labios y un tímido beso seguido de una sonrisa les hizo suspirar . Le encantaba su sonrisa, la tenía embrujada, tantos días sin verle, y la seguía capturando.
Fueron a un sitio tranquilo, apartado, lejos del ruido. Paró el coche y sin decir nada, se bajaron,  ella con una sonrisa tímida, pues sabía porqué se bajaban al unisono los dos. Dieron la vuelta al coche y se fundieron en un abrazo que cortaba la respiración. Se volvían a tener a centímetros, y era inevitable clavar sus miradas y  fundirse en un beso que lo decía todo, que lo expresaba absolutamente todo. Sus cuerpos hablaban sin palabras, no tenían mucho tiempo,y los minutos que antes parecían horas ahora se convertían en segundos,  él debía irse, pero no quería hacerlo sin verla una vez más y decirle que la quería, y que encontrarían el momento, su momento.

Tenían cosas que hablar y muchas miradas por decir, así que no dudaron en hacerse saber lo que habían sentido, lo que habían pensado, y tenían un miedo en común....perderse!!
Ahora más que nunca su sinceridad les llevaba a un abrazo con deseo, a tener  esos sentimientos que no se habían ido, a saber que cuando alguien ama, desea ,o quiere, como lo hacían ellos ........solo les queda París!

M&C
@sonriseterna